Cusco, la Capital del Imperio de los Incas
Cusco es fascinante por ser un destino en el que se puede encontrar historia, naturaleza, aventura, arte, gastronomía, costumbres tradicionales y vida cosmopolita
Cuzco es el principal destino turístico del Perú y uno de los más importantes en América del Sur. Es la capital del la región con el mismo nombre y un importante centro comercial y económico en el Sur del Perú, es lugar obligatorio de llegada y partida (Segundo Aeropuerto del país, terminal de buses de rutas nacionales internacionales, estaciones de partida de importantes líneas férreas) que cuenta con una población que bordea el medio millón de habitantes. Si bien Lima es la capital política y económica del Perú, Cusco es la capital histórica del país. La ciudad irradia una energía histórica y mística especial y fuerte debido que en ella se encuentra una muy interesante mezcla y presencia de culturas, la Inca precolombina, la colonial española, la indígena andina, la mestiza que representa una mezcla de las dos últimas y por cierto una cosmopolita que resulta del encuentro de estas culturas con visitantes y residentes de todo el mundo. Ello hace de Cusco un lugar, no solamente con innumerables atractivos turísticos, sino también un lugar para disfrutar un ambiente único y especial. Debido a la gran cantidad de monumentos que tiene, suele ser llamada, la "Roma de América". Y no es para menos. Se trata de la ciudad más antigua de toda América, ya fundada como capital del Imperio de los Incas a mediados del siglo XIII y continuamente poblada desde entonces, además en su tiempo fue la ciudad más importante de América del Sur por ser el principal foco cultural y eje del culto religioso del subcontinente. Desde aquí se gestó e integró un imperio de extensión enorme con una gran diversidad geográfica, ecológica y cultural a lo largo y ancho de 4.500 km de la cadena de los Andes. Su territorio comprendió grandes partes de os actuales países de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
En 1534 se dio la fundación española de la ciudad del Cuzco, estableciendo la Plaza Mayor (Plaza de Armas) en el mismo lugar donde ya en el incanato, como Huacaypata, había sido el punto central del imperio. A partir de la invasión Española comienza un proceso de mestizaje cultural que se encuentra hasta hoy expresado en la arquitectura de influencia mora-andaluza y de barroco colonial, presente en todo el centro histórico de la ciudad en forma de , (ejemplos para visitar: casa Garcilaso, casa Concha y Palacio del Almirante), iglesias (ejemplos para visitar: Catedral y La Compañía), conventos (ejemplos para visitar: Santa Catalina, Santo Domingo y La Merced) y barios tradicionales (ejemplo indispensable para visitar: Barrio de San Blas con sus angostas calle empedradas, balcones, talleres artesanales, alojamientos acogedores y cafés). En todos ellos se encuentran impresionantes y exuberantes testimonios de arte colonial, expresados especialmente en tallados y las famosas pinturas de la escuela cusqueña. Sin embargo por su solidez y utilidad a los propósitos de los españoles en el diseño de su ciudad, en el centro histórico existen también muchos edificios, plazas y calles del tiempo de los Incas que expresan una enorme transcendencia, belleza y avance tecnológico. Entre ellas son importantes mencionar la Plaza de Armas (Hucaypata), la Calle Hatun Rumiyoq, Calle Siete Culebras, la Calle Loreto y el Templo Qoricancha. El Qoricancha fue el santuario más importante en la época Inca. Muy cerca, en las afueras inmediatas, se encuentran como testigos arquitectónicos, el enorme y singular Sacsayhuamán, Tambomachay y Qenco, también importantes como grandes centros ceremoniales. En la ciudad se encuentran también una serie de destacados museos, tanto sobre la vida y arte prehispánicos como sobre el arte religioso colonial.
En la época de los incas el Cuzco acogía las grandes ceremonias multitudinarias y festividades imperiales, como el Inti Raymi o Fiesta del Sol que se replica todos los 24 de Junio en la explanada de Sacsayhuamán, esta y otras fiestas de origen inca y muchas fiestas católicas, como la fiesta del Corpus con una fuerte influencia de la espiritualidad ancestral indígena se celebran a través del año. En esto se refleja que Cusco no ha perdido el fuerte carácter religioso espiritual que ha tenido en la época de los Incas como la principal ciudad sagrada del Imperio y ello expresa también en la fuerte influencia espiritual prehispánica sobre el catolicismo.
Por todo esto Cuzco es un destino que requiere programar suficiente tiempo para su descubrimiento, contemplación y disfrute. No hacerlo, y solamente visitar el maravilloso Machu Picchu (a 4 horas de la ciudad) sería como visitar a Pompeya sin haber conocido Roma.